Ante las adversidades, adaptarse es lo que cuenta
Alexis Cortez Contreras vive en Chilecito, Montepatria, y se dedica a la agricultura. Comenzó con una extensión de terreno que fue extendiendo progresivamente entre compras y una herencia paterna.
Inicialmente se dedicaba al cultivo de viñedos de la variedad red flame y exportaba al exterior, principalmente Estado Unidos, sin embargo, un cambio en la legislación tiraría por la borda la inversión que hizo para modernizar su proceso de cosecha y embalaje: La exportación que inicialmente no pagaba royalty se encontró, por una parte, con un mercado que si demandaban el pago de royalties por acceder al territorio, por la otra, el ingreso de países que inicialmente no eran productores de uva, liderados por China con el 41% de la oferta; y por si fuera poco, la competencia de un país vecino apuntando hacia los mismos mercados, otra diatriba que sumar al famoso tema del pisco.
Si a todos estos factores se le suma el tener que adaptar su oferta a la temporada en la cual los mercados pudiesen encontrarse más receptivos, el estar cultivando uvas se volvió poco rentable. Por suerte don Alexis supo como manejar su presupuesto para no quedar endeudado como pasó con otros productores del mismo rubro que acabaron perdiendo todo.
La reorientación de un cultivo
Puede decirse que en la agricultura detenerse es morir. Cada proceso tiene su ciclo. El suelo, las plantaciones, el riego, la siembra y la cosecha.
Aquí don Alexis dio un giro de 180 grados: los terrenos inicialmente plantados con parrales, y a menor escala sandías y melones, fueron reconvertidos a través de la agricultura sintrópica y el riego por goteo, y solo una pequeña porción, que aún conserva el cartel la con la certificación del SAG acreditando la calidad de sus parrales red flame, permanece en pié, mayormente para la producción de uvas pasas a comercializarse en el mercado local.
El resto del terreno, estructurado en terrazas alberga ahora diferentes variedades de duraznos y damascos.
De utilizar químicos para alimentar la tierra y mantener sus vides con buena salud, don Alexis migró a la agricultura orgánica. La biomasa para proteger los suelos la obtiene de los pimientos, higuerillas, y restos de los antiguos cultivos.
Ahora aplica los métodos tradicionales de cultivo para los que serán sus futuras cosechas de Durazno Copiapó, Florida King, Early Majestic, Nectarín, Durazno Plátano, Carson, Early Juan, y en un brote de inspiración un ensayo con una variedad de durazno para ver cómo responde al frío. Sin embargo, Monte Patria tiene un microclima que facilita el cultivo de estas variedades y Chilecito es zona de primores.
Aunque este proyecto está en sus etapas iniciales, se proyecta con buen pié, ya que los arbolitos comienzan a florecer, y van evolucionando de acuerdo al cronograma.
Y como lo único permanente en esta vida es el cambio, don Alexis tiene en mente otros proyectos que contribuirán a complementar el que ya está en curso, pero eso es otra historia. Su terreno está ubicado en una zona de poca o nula contaminación lumínica, así que ingresar al rubro de astroturismo se vislumbra como una oportunidad potencial, más si se tiene un hijo astrónomo.
Mientras tanto, los nogales que ya cumplieron su función serán retirados, para extender la zona de cultivo de duraznos, porque lo primero e lo primero, y preparar el terreno para los arbolitos de duraznos es primordial.